Demasiadas neuronas dormidas, demasiado sueño, demasiado café.
Café.
¿Quién en este mundo habrá tenido la genial idea de inventar la maquinita de café instantáneo, a fichas?
Más bien, me pregunto cómo hicieron para calcular la cantidad exacta y el tiempo q toma q el café se junte con el agua caliente, llegue a la tacita/vasito de plástico que va a parar al basurero?
La maquinita, amiga de tantos adictos al café, presente en buenos momentos(el receso entre una conferencia y otra) y en otros, no tanto(el velorio de la tía abuela)
El café, humeante y espumoso, a sorbitos, estimulante hasta dos tazas y después, insomnio total.
Bueno, ultimamente a mi ya no me hace efecto por ése lado. Unicamente termino argel y cascarrabias. Y lo peor de todo es que mi papá tiende a tener la presión arteria muy alta, y éso, como dicen por acá, es heredero, así que yo podría tenerla tb. Y café y presión alta no van.
Pero bueno,
Hoy comamos y bebamos
y cantemos y holguemos
que mañana ayunaremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario